sábado, 27 de julio de 2013

Diseño curricular y el plan de estudios

 
El Carmen, Orizaba, Ver.

La calidad, su atracción, importancia, pertinencia, actualidad, innovación... de un plan de estudios depende del Diseño curricular. Aunque tuviéramos la mejores instalaciones si el plan de estudios es inadecuado, no resulta atractivo. Una institución obtiene el reconocimiento por la calidad de su plan de estudios.
Ciertamente que influye también el medio social, la posibilidad de obtener empleo, los costos, la forma en cómo se aplica, los instrumentos o máquinaria que requiere, entre otras cosas. Por eso el diseño del plan de estudios debe contemplar todas estas posibilidades para que tenga el resultado esperado.
El diseño curricular y su resultado, el plan de estudios constituyen una parte sustantiva del ser de una institución.
¿Y por qué no pensar en formas alternativas de educación no curriculares? Cursos, diplomados, capacitación para el trabajo, actualización, alfabetización. O en contenidos diferentes a los escolares como artes y oficios, espiritualidad, acupuntura, teatro, formación humana, medicina tradicional mexicana, artes circenses, escuela de magos... Y formas distintas a la presencial: en línea, a distancia, semiescolarizada, tutorial, reconocimiento de competencias, entre pares, etc.
El campo está abierto.

lunes, 22 de julio de 2013

Imaginando a Dios


Visitando la web me encontré con una página que me gustó: Picturing God: Faces and Traces of the Divine by Loyola Press Pro "Imaginando a Dios, caras y huellas de lo Divino" en http://www.ignatianspirituality.com/ Me parece relevante compartirlo porque finalmente Él nos regala a diario amaneceres, atardeceres, flores, personas, y mil formas más que manifiestan su presencia. Eso nos lleva a "encontrar a Dios en todas las cosas", como decía Ignacio de Loyola.

Al reconocer su presencia nos muestra que no estás solo/a, siempre está a tu lado, sólo tienes que ver, sentir, oler, probar, escuchar, ser conciente de tí mismo y del otro para descubrirlo, con solo girar la cabeza un momento (con el fin de salirte de tus pensamientos y preocupaciones) lo descubrirás.
Él camina a tu lado como con los discípulos de Emaús, te acompaña en tus inquietudes, en los momentos difíciles, en tus alegrías, y lo descubres al compartir el pan.