¿Cómo
conocemos? A primera vista parece muy sencilla porque todos damos por supuesto
de que ya conocemos y siempre lo hemos creído así. Sin embargo entramos en
problemas cuando esta sencilla consideración la sometemos a discusión, y entonces tenemos desacuerdos porque lo que
para unos es claro no lo es para otros.
Así es como
llegamos a la Epistemología, a la disciplina filosófica que estudia el problema
del conocimiento. Sin embargo no hay consenso en torno a los temas de ¿Qué es
el conocimiento? ¿Existe el conocimiento verdadero? ¿Cómo se llega al
conocimiento? ¿Cómo se construye el conocimiento científico?
Este problema ya había sido planteado desde la Antigüedad por
Platón y Aristóteles. Sin embargo surge con mayor urgencia en la Edad Moderna
cuando brota el conocimiento científico en oposición al conocimiento
escolástico medieval.
Así,
Descartes escribe en 1637 en El Discurso
del Método lo siguiente
“Como a veces los sentidos nos engañan, supuse que ninguna cosa existía
del mismo modo que nuestros sentidos nos la hacen imaginar. Como todos los
hombres suelen equivocar hasta en las sencillas cuestiones de geometría,
consideré que yo también estaba sujeto a error y rechacé por falsas todas las
verdades cuyas demostraciones me enseñaron mis profesores… resolví creer que
las verdades aprendidas en los libros y por la experiencia no eran más seguras
que las ilusiones de mis sueños” (Cuarta parte, párrafo 3).
Al rechazar
el conocimiento anterior obtenido en los libros, por los maestros y la
experiencia, y al proponerse descubrir nuevas formas para construirlo,
Descartes plantea el problema actual del conocimiento.